domingo, 26 de noviembre de 2006

Cronistas Religiosos.

Cronistas Religiosos.
Misioneros que llegan con los soldados

Fray Bartolomé de las Casas
En 1502 llegó con su padre a La Española, donde obtuvo una encomienda. Es considerado como el primer sacerdote ordenado en América. En la primavera de 1512 se unió a la conquista de Cuba como capellán de los conquistadores, y recibió una encomienda donde se utilizaban indios para la minería, que atendió hasta 1514.
Intentó poner en marcha, siempre en contra de la esclavitud de los indios, diversos establecimientos, en su mayoría utopías que no llegaron a buen término.
Redactó en Valencia su obra más conocida, Brevísima relación de la destrucción de las Indias, una carta dirigida al monarca entonces reinante, Felipe II.
Se le ofreció el arzobispado de Cuzco, importantísimo en aquel momento, pero Las Casas no aceptó, aunque sí accedió al obispado de Chiapas. Residió allí durante dos años para regresar definitivamente a España en 1547.
Renunció a su obispado y continuó con su labor propagandística a favor de los indios hasta su muerte, lo que le valió ser conocido como el Apóstol de los Indios.
Durante su obispado en Chiapas residió en la Ciudad Real de Chiapas, hoy llamada San Cristóbal de Las Casas en su honor.




Francisco López de Gómara

Clérigo y erudito, nació y murió en España (1511- ca. 1564), viviendo en Italia entre 1531 y 1541, donde entró en contacto con la elite intelectual renacentista. Al abandonar Italia participaría en una expedición imperial con Hernán Cortés, de quien fue desde entonces capellán, viviendo en su casa hasta la muerte del conquistador, en 1547. En los años de convivencia con Cortés recogió valiosísima información a través del testimonio de muchos soldados que actuaron en América y, como es natural, adquirió un conocimiento único acerca de la personalidad e ideas de Hernán Cortés. La Historia general de las Indias (1552) y Vida de Hernán Cortés constituyen una fuente biográfica insustituible para conocer el perfil humano de Cortés y, también, de otros conquistadores directamente asociados a él, como Francisco de Pizarro y Pedro de Alvarado. Por otra parte, el acceso directo que López de Gómara tuvo a obras como las de Pedro Mártir de Anglería, Gonzalo Fernández de Oviedo y Martín Fernández de Enciso, hacen de este volumen una rica fuente de información acerca de la historia, la religión y las costumbres de las sociedades que iban descubriendo así como sobre la flora, la fauna y la geografía del Nuevo Mundo.



Fray Bernardino de Sahagún
Nace en León, España, en 1500 y muere en 1590. Realiza sus estudios en la Universidad de Salamanca. Decide dedicarse a la vida religiosa y en 1529 arriba a la Nueva España junto con 20 frailes de la orden franciscana.
A fray Bernardino de Sahagún se le considera el padre de la antropología en América; a él le debemos la creación de Códice Florentino, basado en relatos indígenas.
Trabajó en los conventos de Tlalmanalco y Xochimilco. A partir de 1536 es profesor y fundador del Colegio de la Santa Cruz en Tlatelolco, que era especial para indígenas. Gracias a Fray Bernardino contamos con una obra histórica sobre las costumbres, ideas, historia natural y religión de los antiguos mexicanos, que recopila Sahagún en su obra "Historia General de las Cosas de la Nueva España", que consta de 12 volúmenes.
Fray Bernardino dedicó su vida al estudio de la lingüística de las lenguas indígenas. También empleó su tiempo en instruir a los indios y de esa manera conocerlos mejor, incluso aplicó técnicas sociológicas, aunque muy primitivas, como los cuestionarios.
Este hombre fue testigo del mestizaje, de cómo se daba la transición entre las culturas europeas y naturales, por lo que consideró de gran valía conservar el pensamiento prehispánico.


Fray Toribio de Benavente
Gran defensor de los indios, reprobó los medios con los que los encomenderos se hacían obedecer; evangelizó a un gran número de naturales; los protegió y, en el año de 1525, durante la expedición que Cortés hizo a Centroamérica, quedó como guardián de la ciudad de México, al lado de fray Martín de Valencia.
Ante las atrocidades que los conquistadores cometían en perjuicio de los indios, Motolinia se dio tiempo para escribir una Carta al emperador Carlos V, fechada el 2 de enero de 1555; también redactó la Carta de fray Toribio de Motolinia y fray Diego de Olarte a don Luis de Velasco, virrey de la Nueva España, en ambas denunciaba, al igual que Las Casas, las acciones de los encomenderos. Sin embargo, su propuesta era diferente a las ideas de Las Casas para enfrentar el mismo problema. Estas misivas le valieron grandes enemistades y problemas, inclusive con la Audiencia y el Ayuntamiento de la capital, que lo acusaron de conspirar, junto a los indios, contra las autoridades virreinales. Aprendió el náuahtl, lengua predominante, y otras más para cumplir su misión, en lo cual siempre puso tanto empeño, que se dice bautizó por propia mano a más de 400,000 personas. Entre sus obras destacan Guerra de los Indios de Nueva España, Camino del Espíritu, Tratados de Materias Espirituales y Devotas, Doctrina Cristiana en Lengua Mexicana y Castellana (obra de la que sólo se tiene referencias), Venida de los Doce Primeros Padres y lo que Llegados Acá Hicieron, Memoriales, e Historia de los Indios de la Nueva España, considerada su obra más importante, donde narra los sucesos de los años 1521 a 1540 y las costumbres, fiestas, cronología y astronomía indias. Tal documento fue publicado en 1848, aunque incompleto, por lord Kingsbourough; posteriormente esta obra vio la luz de manera íntegra.


Otros:
Diego Durán
Historia de las indias de la Nueva España

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